Una contribución a la ética cristiana evangélica

  • Alfredo Benites Seguín
Palabras clave: Ética, Integridad, Ser humano

Resumen

El aspecto del cual el ser humano es responsable, es de su conducta. Podrá haber circunstancias que lo condicionan a pensar o a hacer distintas acciones; sin embargo, en última instancia, él es responsable de todas las decisiones. Dos pensadores sintetizan el dilema sobre si el mal está en el hombre o fuera de él. Tenemos así a Niccolo dei Machiavelle, filósofo italiano (1469-1527) quien en su obra escrita el 1513, El Príncipe, menciona su famosa frase “El hombre es malo por naturaleza”; y en la otra arista, a Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) quien en su obra Contrato Social sentencia que “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”. Ambos enfoques son opuestos desde la perspectiva de la deontología, epistemología y acciones diferentes en el decurso de la historia. Si el hombre es esencialmente malo por naturaleza ¿podrá construir, desde esa posición, una ética buena, aceptable y perfecta? Si, por el contrario, es el hombre un ser bueno y la sociedad lo corrompe ¿qué debemos hacer para construir una sociedad buena, aceptable y perfecta? En el concepto de las Sagradas Escrituras, el hombre es malo por naturaleza (Ro.3:10-18) e históricamente ha construido una mala sociedad (Fil.2:15) y la misión de todo creyente es entonces ser “sal y luz en el mundo”. (Mt.5:13-16)

Publicado
2019-07-31
Sección
Artículos